Te hacemos sentir bien
Recuperamos tu piel, tu autoestima, tu juventud, tu confianza, tus volúmenes y tus ganas de comerte el mundo.
Para ello tratamos tu rostro desde sus 4 pilares:
Calidad de la piel
Nuestra carta de presentación es nuestra cara, y su piel debe transmitir frescura, salud y jovialidad.
Para ello la hidratamos, mejoramos las arrugas finas, la redensificamos haciéndola más turgente y unificamos su color.
Nuestro lema es menos maquillaje, más piel


Flacidez
El mejor tratamiento es la prevención, por ello intentamos evitar que la flacidez te alcance o, en caso de que así sea, la retensamos y evitamos, de ese modo, que la piel caiga más.
Para ello nada mejor que conseguir más colágeno de calidad, reponer el que nos falta y estimular su síntesis para así vernos firmes, tersos y seguros de nosotros mismos.
Reestructuración y armonización facial. Volúmenes.
¿Qué ha pasado con mi mirada que se ve triste y hundida?
¿Por qué me da la sensación de que mi cara se cae?
Las respuestas son los volúmenes. Nuestros tejidos gruesos profundos y superficiales van desapareciendo con el paso de los años al igual que nuestro soporte óseo, que también va adelgazando, por lo que aparecen esas hoquedades o depresiones, en consecuencia esas sombras que nos hacen vernos tristes, grises y apagados.
Nosotros reponemos aquello que se ha ido, solo aquello, sin excesos, para que sigas pareciendo natural.
Hay que proporcionar soporte a nuestra piel, redibujar nuestros rasgos, iluminar la mirada, levantar nuestros pómulos y trazar las líneas de nuestro triángulo de la juventud.


Cuello y manos
No nos olvidamos del cuello y manos. El equilibro del conjunto es básico para un resultado satisfactorio.
Podemos tratar estas zonas al mismo tiempo que nuestro rostro, para así conseguir una belleza cuidada, armónica y natural